El respeto implica reconocer los intereses y sentimientos de los demás en una relación. Abarca las relaciones interpersonales, entre grupos y países. No es solo cortesía, sino un interés desinteresado por el otro. Immanuel Kant influyó en este concepto al sostener que los seres humanos merecen respeto por ser fines en sí mismos con dignidad intrínseca. Otra manifestación importante es el respeto propio, vital para una vida satisfactoria y la convivencia social.