La sociedad china estaba estratificada con el emperador en la cima, seguido por la nobleza y los guerreros. Los comerciantes y campesinos estaban por debajo, y los esclavos y mujeres en la parte inferior. Practicaban el culto a los antepasados y crearon una moneda para facilitar el comercio de la seda, lo que llevó a una sociedad jerárquica profundamente religiosa.