Una anciana visita el banco con una gran cantidad de dinero en efectivo y apuesta con el presidente del banco $25,000 dólares a que sus testículos son cuadrados. El presidente acepta la apuesta convencido de que ganará. Al día siguiente, durante la revisión, la anciana revela que apostó $100,000 dólares con su abogado a que tendría los testículos del presidente en sus manos a las 10 de la mañana.