El documento analiza el género del horror en el cine mexicano, señalando que aunque inicialmente se enfocó más en la comedia, eventualmente adoptó características del expresionismo alemán y el melodrama sobrenatural. Menciona algunas de las primeras películas de horror mexicanas importantes como "La llorona" y "El fantasma del convento", y destaca películas seminales de la época como "El misterio del rostro pálido" y "Dos monjes".