Este documento resume una charla sobre el desarrollo de "ciudades bajo estatuto", que son nuevas ciudades construidas dentro de un país pero con sus propias reglas económicas, políticas y sociales. Estas ciudades atraerían inversiones y población al ofrecer un sistema de vida alternativo sin necesidad de emigrar. Se menciona a Hong Kong como un ejemplo exitoso y se propone que Honduras podría beneficiarse de este enfoque. Sin embargo, también podría causar más daño ecológico.

1. ANÁLISIS DE ¿LA PRIMERA CIUDAD BAJO ESTATUTO DEL MUNDO?
Expositor: Paul Romer
La charla se enfocada en el desarrollo económico y social de la población, el cual está inmerso en
las ciudades donde nos ha tocado vivir. Las personas deberíamos tener varias opciones para elegir
donde vivir y trabajar sin tener la necesidad de trasladarnos a lejanos países en busca de un sistema
de vida más acorde a nuestra manera de ser o en busca de mejores ingresos económicos. La
emigración se ha vuelto común en países latinoamericanos pero este hecho no es bienvenido en los
países que tienen que soportar la densificación poblacional a causa de los emigrantes, el desempleo
de sus propios habitantes por la mano de obra barata que ofrecen los extranjeros e incluso el
aumento de la delincuencia por parte de los mismos no obstante, Paul Romer menciona que las
ciudades deberían competir por atraer a la gente a vivir en ellas, pero lo hace a través de un enfoque
de distintos modos de planificación administrativa, económica y social dentro de una misma ciudad
o país; con la creación de “ciudades bajo estatuto”.
Se trata de construir nuevas ciudades extranjeras en distintos y grandes terrenos despoblados dentro
de un mismo país, que funcionarán bajo reglas pre-establecidas distintas a las del resto del país.
Inicialmente se debería buscar inversionistas que construyan la ciudad, que quieran implantar sus
empresas y atraer países que les interese invertir a nivel internacional bajo sus propias y
consensuadas normas económicas, políticas y sociales, pero con la participación y mano de obra, en
mayor porcentaje, de ciudadanos oriundos. Sería como vivir en otro país dentro de nuestro propio
país.Paul Romer hace referencia a Tegucigalpa-Honduras como una ciudad donde se aceptó
mayoritariamente dar paso a la generación de ciudades bajo estatuto, pero este tipo de promoción de
desarrollo ya se ha dado (tal vez no con esa denominación) en ciudades como Hong Kong-China
donde se manejan normas particulares con relación al resto del país y de esta manera han logrado un
avance económico muy significativo no solo para ellos sino para todo el país.La mejor y más justa
opción es que solo determinadas zonas sean diferentes, ya que si cambiaran a toda la nación la gente
no tendría oportunidad de elegir y muy probablemente seguiría emigrando.
De esta manera habría muchas ciudades mejorando cada vez más a fin de atraer a nuevos habitantes
que se beneficien del país que los maneja y al mismo tiempo también está ganando sin embargo, la
realización de este tipo de propuesta arrasaría más con el medio natural y generaría huellas
ecológicas más significativas, en nuestro país se podría implantar este tipo de estatutos en ciudades
ya construidas, en ciertas zonas o nuevas industrias extranjeras en particular.