La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2008 como el Año Internacional del Planeta Tierra y designó a la UNESCO como organización principal para organizar actividades en colaboración con el PNUMA y otras agencias de la ONU, con el objetivo de sensibilizar al público sobre los riesgos del cambio climático y aprovechar la oportunidad para impulsar un cambio real en las políticas ambientales, con la esperanza de que los seres humanos se conciencien de los problemas actuales del ecosistema y se pueda proteger el planeta.