El documento discute cómo debería funcionar la escuela, sugiriendo que debería enfocarse en desarrollar las habilidades y capacidades de los estudiantes más que enseñar hechos y datos, y que debería promover la creatividad, la colaboración y el pensamiento crítico en lugar de exámenes y calificaciones. También argumenta que la escuela debería preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI en lugar de seguir métodos del siglo XIX.