La acústica en espacios cerrados es importante para garantizar una buena calidad de sonido. Factores como el tamaño y forma de una habitación, así como los materiales de construcción utilizados, afectan la propagación y percepción del sonido. Un buen diseño acústico puede mejorar la inteligibilidad del habla y la calidad de la música en teatros, auditorios, iglesias y otros espacios cerrados.