Después de diseñar y codificar una página web con HTML y CSS, el último paso es subirla a un servidor web mediante un servicio de alojamiento que proporciona espacio en el servidor y generalmente un nombre de dominio. Esto requiere instalar un cliente FTP como FileZilla, conectarse al servidor, y subir los archivos de la página web. Luego los archivos se ubican en el servidor y la página estará disponible online.