El documento presenta varios ejemplos de prácticas comerciales consideradas desleales por entidades como la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia. Estos incluyen afirmaciones engañosas en comerciales sobre la efectividad de detergentes, acusaciones falsas sobre copias de productos, engaño a clientes para cambiarlos de operador, y nombres de productos que causan confusión con marcas establecidas. En todos los casos, las entidades determinaron que estas prácticas violaban las normas de competencia leal.