El documento describe el compromiso de Jesucristo de redimir a la humanidad cuando dijo "Heme aquí, envíame" al Padre, lo que implicó venir a la mortalidad y pagar por los pecados de todos. Aunque su sacrificio en Getsemaní y en la cruz parecía haber concluido su obra, Jesucristo continúa sirviendo a la humanidad y prometió acompañar a los misioneros de todos los tiempos.