La programación concurrente se centra en el desarrollo de programas que pueden ejecutar múltiples tareas simultáneamente, evolucionando desde los sistemas operativos de los años 60. Su implementación se ha facilitado a través de lenguajes como C++, Java y Python, que permiten el uso de procesos e hilos. La concurrencia se usa en diversas arquitecturas, desde sistemas monoprocesador hasta multiprocesador, y es esencial en aplicaciones como servidores y programas interactivos.