El autor reflexiona sobre el tiempo limitado que le queda por vivir y decide no malgastarlo en mediocridades, egos inflados, envidias u otras cosas sin sentido. Prefiere pasar el tiempo restante con personas humildes y sinceras, disfrutando de las cosas esenciales de la vida que realmente la hacen valer la pena, como el afecto y conectar con el corazón de los demás.