La contaminación por petróleo afecta negativamente la calidad del agua y tiene efectos a largo plazo. Los derrames de petróleo son cada vez más frecuentes y forman una película sobre el agua que afecta a la vida acuática y reduce la fotosíntesis. La contaminación por petróleo proviene de varias fuentes como derrames de buques tanque, desechos de barcos, y fugas de perforaciones costeras, aunque casi el 50% proviene de desechos arrojados a tierra.