¿Qué es la contaminacion?
Contaminación, impregnación del aire, el agua o el suelo
con productos que afectan a la salud del hombre, la
calidad de vida o el funcionamiento natural de los
ecosistemas. Sobre la contaminación de la atmósfera por
emisiones industriales, incineradoras, motores de
combustión interna
La industria textil usa compuestos sintéticos que en ocasiones son tóxicos y contaminan. La normativa
internacional tiende a limitar o prohibir su uso, pero de momento sólo algunas empresas aplican de oficio las
recomendaciones. He aquí algunas pistas para encontrar ropa „limpia‟ en el mercado.
Retirar las sábanas, secarse, vestirse. En todos estos actos cotidianos se está en contacto con sustancias
como el plomo, el níquel, el cromo y otras derivadas del amoníaco y del cloro. Son tóxicas y están presentes en
los textiles de uso diario. Si a ello se le añade que, según Intermón Oxfam, “70% de la ropa de bajo coste se hace
en países donde no hay garantías de que se respeten los derechos de los trabajadores”, parece necesario que
industria y consumidores se planteen un modelo más limpio y solidario de producir y adquirir productos textiles.
Los compuestos perfluorados (PFC) son sustancias químicas sintéticas. Se emplean en la industria textil para
imprimirle a las prendas propiedades hidrófobas, por las que repelen líquidos. La Comisión Europea y el
Convenio de las Naciones Unidas sobre Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Larga Distancia, en el cual
se prohíbe la producción y comercialización de varios contaminantes orgánicos persistentes, prevén la
reducción de la venta y el uso de PFC. Pero los perfluorados no están solos en la nómina de productos químicos
sintéticos con los cuales se fabrican camisetas, zapatillas, vestidos o cortinas. Unas son más peligrosas que otras,
y teniendo en cuenta que el poliéster y el nailon son fibras sintéticas derivadas del petróleo, la lista de sustancias
es tan desconocida como interminable: poliuretano, parafina, biocidas, etil vinilacetato, ftalatos, trióxido de
antimonio… Greenpeace lleva a cabo la campaña Moda sin Tóxicos, en la que han colaborado diseñadores y
modelos. A través de ella advierte que “el problema está en los tratamientos que sufren los tejidos”.
H&M es una de las 14 empresas con ventas en España que poseen la ecoetiqueta europea para algunos
productos. La Preparación Textil, Enbasa Laval y E. CIMA son las tres empresas españolas reconocidas con este
distintivo. Desde 1995, H&M ha eliminado o reducido la utilización de 100 químicos peligrosos, en una acción
que va por delante de la futura legislación europea con la aprobación de la normativa REACH (Registro,
Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas). Mango y Camper son otras firmas interesadas en una
producción ecológica.
En España, el Instituto Tecnológico Textil fomenta la implantación de la marca Made in Green. Basada en
otra etiqueta de referencia en Europa, denominada Oeko-Tex, garantiza la ausencia de sustancias nocivas en
los artículos, la adopción de sistemas de gestión ambiental y el respeto de los derechos de los trabajadores en
los centros de producción.
En Brasil existen grandes fincas donde se cría en ganado del cual se extrae la piel. Los
terrenos empleados son generalmente producto de la deforestación del Amazonas, uno
de los mayores peligros ambientales que acechan al planeta, considerando la
importancia ambiental de esa zona.
Junto a este crimen ambiental, perpetrado contra un área de fuerte riqueza forestal y
amplia biodiversidad, en los campos de producción los trabajadores abocados a las
tareas diarias registran condiciones cercanas a la esclavitud. Esto se debe mayormente
a las pésimas condiciones de seguridad, que desembocan en la muerte de muchos
trabajadores por enfermedades infecciosas, picaduras de serpientes, accidentes
laborales o incluso desnutrición.
Contaminación ambiental y trabajo insalubre
Tampoco hay contemplaciones para los animales, que viajan hacinados hacia su
destino final y arriban en condiciones muy poco favorables. Por otro lado, las pieles
obtenidas se tratan en mayor medida en la India, donde son curtidas empleando
sustancias químicas y metales pesados que contaminan directamente el suelo y el agua
del lugar. Los trabajadores tampoco gozan de buenas condiciones de seguridad,
sufriendo intoxicaciones por el contacto con las sustancias contaminantes.
La fabricación de los zapatos se realiza posteriormente en China, Indonesia o Vietnam en
la mayor parte de los casos, en locaciones en las cuales las condiciones de trabajo
también son degradantes para el ser humano. Asimismo, un dato revelador es que el
precio de producción de los zapatos no supera los cuatro euros, cuando luego al estar a
la venta en Europa pueden llegar a valer varios cientos de euros.
De esta forma, a la hora de comprar un par de zapatos siempre habrá que pensar si
efectivamente los necesitamos, y no realizar compras irresponsables que solamente
estarán propiciando un mayor crecimiento de una industria poco solidaria desde el
punto de vista ambiental y social.
Contaminacion

Contaminacion

  • 1.
    ¿Qué es lacontaminacion? Contaminación, impregnación del aire, el agua o el suelo con productos que afectan a la salud del hombre, la calidad de vida o el funcionamiento natural de los ecosistemas. Sobre la contaminación de la atmósfera por emisiones industriales, incineradoras, motores de combustión interna
  • 2.
    La industria textilusa compuestos sintéticos que en ocasiones son tóxicos y contaminan. La normativa internacional tiende a limitar o prohibir su uso, pero de momento sólo algunas empresas aplican de oficio las recomendaciones. He aquí algunas pistas para encontrar ropa „limpia‟ en el mercado. Retirar las sábanas, secarse, vestirse. En todos estos actos cotidianos se está en contacto con sustancias como el plomo, el níquel, el cromo y otras derivadas del amoníaco y del cloro. Son tóxicas y están presentes en los textiles de uso diario. Si a ello se le añade que, según Intermón Oxfam, “70% de la ropa de bajo coste se hace en países donde no hay garantías de que se respeten los derechos de los trabajadores”, parece necesario que industria y consumidores se planteen un modelo más limpio y solidario de producir y adquirir productos textiles. Los compuestos perfluorados (PFC) son sustancias químicas sintéticas. Se emplean en la industria textil para imprimirle a las prendas propiedades hidrófobas, por las que repelen líquidos. La Comisión Europea y el Convenio de las Naciones Unidas sobre Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Larga Distancia, en el cual se prohíbe la producción y comercialización de varios contaminantes orgánicos persistentes, prevén la reducción de la venta y el uso de PFC. Pero los perfluorados no están solos en la nómina de productos químicos sintéticos con los cuales se fabrican camisetas, zapatillas, vestidos o cortinas. Unas son más peligrosas que otras, y teniendo en cuenta que el poliéster y el nailon son fibras sintéticas derivadas del petróleo, la lista de sustancias es tan desconocida como interminable: poliuretano, parafina, biocidas, etil vinilacetato, ftalatos, trióxido de antimonio… Greenpeace lleva a cabo la campaña Moda sin Tóxicos, en la que han colaborado diseñadores y modelos. A través de ella advierte que “el problema está en los tratamientos que sufren los tejidos”. H&M es una de las 14 empresas con ventas en España que poseen la ecoetiqueta europea para algunos productos. La Preparación Textil, Enbasa Laval y E. CIMA son las tres empresas españolas reconocidas con este distintivo. Desde 1995, H&M ha eliminado o reducido la utilización de 100 químicos peligrosos, en una acción que va por delante de la futura legislación europea con la aprobación de la normativa REACH (Registro, Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas). Mango y Camper son otras firmas interesadas en una producción ecológica. En España, el Instituto Tecnológico Textil fomenta la implantación de la marca Made in Green. Basada en otra etiqueta de referencia en Europa, denominada Oeko-Tex, garantiza la ausencia de sustancias nocivas en los artículos, la adopción de sistemas de gestión ambiental y el respeto de los derechos de los trabajadores en los centros de producción.
  • 4.
    En Brasil existengrandes fincas donde se cría en ganado del cual se extrae la piel. Los terrenos empleados son generalmente producto de la deforestación del Amazonas, uno de los mayores peligros ambientales que acechan al planeta, considerando la importancia ambiental de esa zona. Junto a este crimen ambiental, perpetrado contra un área de fuerte riqueza forestal y amplia biodiversidad, en los campos de producción los trabajadores abocados a las tareas diarias registran condiciones cercanas a la esclavitud. Esto se debe mayormente a las pésimas condiciones de seguridad, que desembocan en la muerte de muchos trabajadores por enfermedades infecciosas, picaduras de serpientes, accidentes laborales o incluso desnutrición. Contaminación ambiental y trabajo insalubre Tampoco hay contemplaciones para los animales, que viajan hacinados hacia su destino final y arriban en condiciones muy poco favorables. Por otro lado, las pieles obtenidas se tratan en mayor medida en la India, donde son curtidas empleando sustancias químicas y metales pesados que contaminan directamente el suelo y el agua del lugar. Los trabajadores tampoco gozan de buenas condiciones de seguridad, sufriendo intoxicaciones por el contacto con las sustancias contaminantes. La fabricación de los zapatos se realiza posteriormente en China, Indonesia o Vietnam en la mayor parte de los casos, en locaciones en las cuales las condiciones de trabajo también son degradantes para el ser humano. Asimismo, un dato revelador es que el precio de producción de los zapatos no supera los cuatro euros, cuando luego al estar a la venta en Europa pueden llegar a valer varios cientos de euros. De esta forma, a la hora de comprar un par de zapatos siempre habrá que pensar si efectivamente los necesitamos, y no realizar compras irresponsables que solamente estarán propiciando un mayor crecimiento de una industria poco solidaria desde el punto de vista ambiental y social.