La publicidad puede causar contaminación visual cuando se distribuye de manera indiscriminada, alterando la estética de las ciudades. Las ciudades necesitan políticas para regular el espacio público y privado y prevenir un caos visual. Algunas soluciones propuestas incluyen restringir vallas publicitarias grandes y distractoras, aplicar multas para prevenir basura en las calles, y mejorar la comunicación con constructores para evitar edificios abandonados. También se sugiere encontrar una mejor ubicación para los comerciantes ambulantes.