A pesar de que los problemas de la crisis parecen haber disminuido, la crisis sigue presente. Los políticos no han gobernado bien, prometiendo una cosa e invirtiendo el dinero de los ciudadanos en otras áreas en lugar de educación y sanidad, y llenando sus bolsillos. Como resultado, los estudiantes no reciben una buena educación y los enfermos pueden no tener el cuidado médico que necesitan.