Jesús es el Rey del Universo por su linaje real como descendiente del Rey David y por haber sido constituido como tal por Dios Padre. Sin embargo, Jesús reinó de manera humilde, sirviendo a los demás y dando su vida por la humanidad para introducirlos en su Reino y otorgarles verdad, vida, santidad, gracia, justicia, amor y paz.

1. Cristo Rey del Universo: unidosenelamorajesus @gmail.com Clic para pasar

2. Jesús tuvo linaje de Rey al ser descendiente del Rey David. Rey del universo constituido por Dios, su Padre. Rey, pero sin palacios fastuosos, sin cortesanos ni servidumbre, sin guerras ni victorias, sin tributos ni privilegios. Rey que ha venido a servir y no a ser servido; Rey que derramó su sangre para introducir al hombre en su Reino, y darle Verdad y Vida, Santidad y Gracia, Justicia, Amor y Paz. Cristo Rey del Universo.

3. Sobre la cruz de Cristo había un letrero que decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS Lc. 23:35-43

4. Los judíos rechazaron éste letrero, y pidieron a Pilatos que lo retirara. Pero Pilatos no accedió y les contestó: LO ESCRITO, QUEDA ESCRITO.

5. Que en nuestros corazones quede escrito un letrero que se titule Rey de mi corazón y que nadie pueda borrarlo

6. Jesús ha sido el hombre más amado y que más ha influenciado en la historia.

7. Cristo murió hace más de dos mil años y todavía hoy miles y miles de hombres y mujeres lo aman hasta la muerte. Unos como mártires dan la vida por Él de golpe. Otros se la dan gota a gota consagrándole su vida, y viviendo para Él.

8. Gloria a Cristo Rey del Universo, que nació en un pesebre pobre y humilde, que es un Rey justo, que nos enseña a ser humildes, Gloria a Cristo Rey que es el Alfa y el Omega, y debe ser el centro de nuestra vida.

9. Jesús es el Rey del Universo, un Rey que siendo Dios nos enseñó tanto de humildad y sencillez, nació en un pesebre, murió en una cruz, tomó como corona la que tenía espinas y cargo como cetro una Cruz, ¡¡Cuanto tenemos que aprender de Nuestro Rey y Señor!!

10. Cristo Rey, Él es Nuestro Rey, el Rey del Universo, es necesario que sea también el Rey de nuestros corazones, que en nuestros corazones ocupe el primer lugar, debemos amarlo sobre todas las cosas y amándolo a El abarcaremos todo

11. Jesús nos ama y es tan grande su Amor hacia nosotros que tomó una Cruz, una corona de espinas y su camino de Gloria en la tierra fue un camino de calvario y dolor

12. Aprendamos a aceptar nuestras cruces con Amor, como las aceptó nuestro Rey, nosotros siendo súbditos suyos aprendamos a aceptar lo que no podemos cambiar, a ofrecer a nuestro Rey nuestros dolores, veremos como todo pasa poco a poco, cuando empecemos a aceptarlos será más suave el camino, y veremos que las cosas no se quedan en la Cruz .

13. tenemos la guía de Nuestro Rey que después de morir en la Cruz, resucitó, nosotros también resucitaremos cuando como Jesús ofreciendo su Cruz a Dios Padre, nosotros le ofrezcamos a El nuestros sufrimientos, veremos que todo pasa, que la vida perdura, que viene la Gloria, que alcanzamos la verdad, el camino y la vida

14. porque lo hemos alcanzando a El que siempre nos espera con un Amor Infinito, para abrazarnos a su Amor y hacer de nosotros lo mejor, para cuando llegue el día de vivir junto a El la dulzura y la Gloria de su presencia, donde ya no existe la tristeza, los sufrimientos, ni el dolor …

15. Oración a Cristo Rey Santa Teresa

16. ¡Oh Cristo, Tú eres mi Rey! Dame un corazón caballeroso para contigo.

17. Magnánimo en mi vida: escogiendo todo cuanto sube hacia arriba, no lo que se arrastra hacia abajo.

18. Magnánimo en mi trabajo: viendo en él no una carga que se me impone, sino la misión que Tú me confías.

19. Magnánimo en el sufrimiento: verdadero soldado tuyo ante mi cruz, verdadero Cireneo para las cruces de los demás.

20. Magnánimo con el mundo: perdonando sus pequeñeces, pero no cediendo en nada a sus máximas.

21. Magnánimo con los hombres: leal con todos, más sacrificado por los humildes y por los pequeños, celoso por arrastrar hacia Ti a todos los que me aman.

22. Magnánimo con mis superiores: viendo en su autoridad la belleza de tu Rostro, que me fascina.

23. Magnánimo conmigo mismo: jamás replegado sobre mí, siempre apoyado en Ti.

24. Magnánimo contigo: Oh Cristo Rey: orgulloso de vivir para servirte, dichoso de morir, para perderme en Ti. Amén

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