Este documento presenta una serie de desafíos diarios para la Cuaresma, que incluyen actos de bondad como sonreír a los demás, ayudar a los necesitados y orar. Los desafíos buscan cultivar la misericordia, la solidaridad, la paciencia y la alegría, al tiempo que fortalecen la fe a través de la oración, la confesión y la participación en la misa.