Este documento narra la historia de una joven pobre que trabaja como sirvienta en una casa donde es maltratada. Un hombre la engaña para llevarla a una casa donde explota sexualmente a mujeres. Al llegar, la joven es obligada a tener relaciones sexuales con clientes a pesar de su debilidad. En una de estas experiencias es violada por un hombre mayor, lo que la hace darse cuenta de que ha sido engañada y su vida seguirá siendo de humillación.

1. INOCENCIA MISERABLE
Podría ser una historia como todas, de duendes y hadas, de príncipes y princesas, de finales felices...
pero no es así.
Esta historia trata de una joven de cabellera rubia, ojos zarcos azules, cara lozana y cuerpo de
princesa, pero no lo era. Vivía en los suburbios de una ciudad llena de gente pero solitaria, azotada
por la pobreza y la desesperación, la miseria y la maldad.
La chica trabajaba desde muy niña haciendo los oficios en una casa de gente “bien”, pero era tanta
la carga que allí imponían que de sí misma no se ocupaba. Su patrona era muy cruel y una de esas
tantas avaras que hay en el mundo, por ello familia no tenía, su posición social era alta pero el
sueldo que daba a la pobre muchacha apenas si alcanzaba para pagar servicios de estratos
miserables.
La vida de esta joven se veía ensombrecida por la miseria, además de una pésima salud, anemia y
desnutrición, no tenían contemplación de ella, que había llegado a desmayarse varias veces,
molestando sobremanera a su patrona al punto de duplicarle el trabajo cada vez que esto ocurría.
Esta vida desesperante era diaria y dura, pero un día una visita cambiaría su suerte.
Un hombre de gran elegancia y porte, ropa fina, gran sonrisa, de jovial vitalidad y alegre presencia
llega a la casa de la señora, deja su sombrero y su abrigo a la muchacha mirándola de pies a cabeza.
Un poco intimidada nuestra joven se ruboriza sin razón aparente para ella, se autorregaña y se aleja
de la visita, un poco incómoda con un extraño calor en su vientre.
Al momento llega la “madame” quien lo invita a pasar a la biblioteca. Los rumores decían que este
hombre buscaba mujeres para trabajar en un negocio del cual poco se sabía, pero había llegado a ser
muy famoso debido a sus rondas extensas de búsqueda y sus caravanas de mujeres siendo llevadas
fuera de la ciudad.
Desde fuera de la biblioteca solo se escuchaban los mil y un quejidos de la patrona respecto a su
sirvienta mientras el caballero pacientemente asentía a todos sus reclamos.
No tardaron mucho en abrir la puerta y la señora de la casa llamó a su sirvienta para presentarse en
la biblioteca a la visita. Mientras ella llegaba la dueña de la casa cambió su conversación por
virtudes y halagos para la muchacha como recomendándola para que ella no se sintiera mal, lo cual

2. se le hizo extrañamente feliz, más aún frente a aquel hombre ruborizándose más de lo que estaba.
El hombre aceptó llevarse a la doncella, y al verla de nuevo ratificó su convencimiento de serle útil,
pues sus ojos habían admirado un poco la belleza de esta muchacha en la entrada.
Sin entender muy bien lo que ocurría, la joven es llevada a otra casa de la ciudad fuera de los
suburbios en compañía de aquel hombre que la hacía sentir como nunca y otras jóvenes más. Lo que
no pudo ver nuestra princesa fue lo extraño de tantas muchachas hermosas reuniéndose en la casa,
pero no le dio mucha importancia, pues el solo salir de la casa de su patrona era un alivio inmenso
para ella y más aún en compañía de aquel gallardo joven.
Esos días nuestra damisela pasaba por unos ataques impresionantes de debilidad debido al
agotamiento por los trabajos tan exhaustos que había impuesto su patrona, además de haber
racionado mucho más el alimento empezaba a sentir unos ardores increíbles en el abdomen que solo
su tesón había podido aguantar y seguir como si nada, aunque a veces el ver al hombre que la
rescató le traía a mente los dolores incluyendo la sensación del vientre.
Estando en ese lugar pensó que aquel señor era un ángel que las había bendecido a todas ellas, unas
cuantas chicas lloraban de felicidad porque al parecer, sufrían lo mismo que nuestra doncella en la
casa de su patrona, además sacarlas de los suburbios y darles mejor vida, un trabajo estable y mejor
pago ¡Un sueño hecho realidad!
(Pero no en mi historia)
En esa casona había mujeres esperando a las nuevas damiselas para arreglarlas. Estas mujeres de
pasados los treinta estaban vestidas como para una ocasión especial, con vestidos elegantes, un poco
insinuantes, pero no daba a pensar en los tormentos que habrían de pasar y la clase de negocio que
allí se manejaba.
Al entrar, las jóvenes del lugar fueron llevadas a unas habitaciones muy lujosas y amplias con
armarios inmensos y llenos de vestidos elegantes de todo tipo, como para fiesta entera de disfraces
coloniales por un año.
Habían preparado los baños para que se asearan las recién llegadas y luego las vestían y arreglaban
de modo muy coqueto mientras hombres de diferentes edades iban llegando al vestíbulo con
ansiedad y alegría en sus rostros.

3. Al terminar de arreglar a las jóvenes las llevaban pasando por el vestíbulo de la casona hasta llegar
al salón principal. Allí cada uno escogía a una de las jóvenes y las nuevas, al enterarse de lo que
harían, eran obligadas a ir con ellos hasta la habitación correspondiente, saliendo un rato más tarde,
algunas llorando con los vestidos rasgados, otras satisfechas con los rostros más deslumbrantes
buscando a nuevos hombres, siendo estas últimas un grupo muy escaso.
Nuestra joven se sentía algo mareada de la muchedumbre que había asistido, pues nunca había
estado en un lugar público y no había probado bocado durante el día que no le importaba de a
mucho la reacción de las chicas ni mucho menos había averiguado lo que en ese lugar se tramaba
que cuando fue escogida casi se desmaya de los nervios pues no sabía lo que haría en la habitación,
además estaba buscando con la mirada a aquel joven que las había rescatado, pensando firmemente
en darle las gracias por ello.
Su acompañante era un hombre entre los cuarenta y cinco a cincuenta años, con una calva frontal,
de sonrisa amarillenta, habiendo un espacio donde debía ir su colmillo derecho, miraba con frialdad,
malicia y afán a nuestra criatura que casi la hace resbalar por la escalera de lo rápido que la llevaba
y ella de la debilidad que la poseía.
Al llegar al cuarto, la lanzó de inmediato a la cama, se desvistió como pudo y se lanzó contra la
muchacha sin darle tiempo ni de respirar, tocándola por todas partes, rasgándole la ropa y besándola
sin dejar espacio.
Ella comenzó a forcejear, a tratar de quitárselo, pero estaba tan débil que terminó sin resistirse a los
intentos desesperados del hombre por entrar en ella.
En ese momento de angustia y deseo, de aberraciones y llanto, vio ella su vida miserable, sus
esperanzas utópicas alejarse de su mente después de un recorrido completo de su existencia, pensó
en su don juan como un demonio disfrazado de ángel y en una vida de interminables humillaciones.
Siente frío a pesar del calor y la fuerza impuestas por su agresor, pronto olvida su mundo y ese
momento, cierra sus ojos humedecidos y absorbida por la debilidad y la enfermedad olvida todo y
duerme... Duerme para olvidar... duerme para soñar... duerme...
FIN