Ana la araña encontró unas aletas de pez en el autobús, así que se bajó para jugar en la playa con las aletas y unos aros. Sin embargo, como no sabía nadar, empezó a ahogarse hasta que una lancha la rescató. Dentro de la lancha encontró un anillo de avispa mojado que le devolvió a su dueña después de regresar a la orilla.