Un pastor descubrió que vampiros estaban atacando a sus ovejas. Colocó cámaras en el redil y capturó videos de los vampiros chupando la sangre de las ovejas. Mostró los videos a los vecinos para probar la existencia de los vampiros. En Halloween, el pastor se dio cuenta de que los vampiros huían del olor de las calabazas. Recomendó a los vecinos colocar calabazas en sus casas para ahuyentar a los vampiros.
Por qué la gente pone calabazas en Halloween: la historia de un pastor y los vampiros
1. Alguna vez alguien se ha preguntado:
¿Por qué la gente pone calabazas en HALLOWEEN? Bien, pues yo os voy a contar el por qué
con la siguiente historia:
UNA NOCHE TERRORÍFICA.
Hace muchos años, aún existían los vampiros pero la gente del pueblo de Robledo no
lo sabía.
Un día un pastor fue a ver a sus ovejas, abrió la puerta del redil y las ovejas huían de la luz del
día. El pastor extrañado intentó atraparlas y llevarlas fuera, pero resultaba prácticamente
imposible.
El pastor se tuvo que ir muy extrañado, hoy no las iba a poder esquilar.
Cuando cayó la noche el pastor fue a dejarlas la comida, pero antes de entrar en el redil,
escuchó unos ruidos un tanto extraños. Luego dejó la comida de las ovejas en el suelo y abrió
una rendija de la puerta y vio a cinco vampiros chupando la sangre a sus ovejas, cuando los vio
el pastor salió corriendo hacia el pueblo. Se lo contó a los vecinos y éstos le tomaron por loco.
Cuando volvió al redil los vampiros no estaban. El también creía que estaba loco, les dejó la
comida a las ovejas y se fue a casa a ponerse cómodo. Cuando se metió en la cama pensó:
estoy seguro de haberlos visto, pero es ¡IMPOSIBLE!, espera, tengo una idea: y si pongo
cámaras en el redil sabré si estoy loco o si digo la verdad. Al día siguiente, por la mañana, se
fue a poner las cámaras y las ovejas seguían igual de raras, pero el pastor no las hizo caso y
pasó de largo para poner las cámaras. Puso como seis o siete cámaras y se fue un poco
nervioso y a paso ligero porque sus ovejas le perseguían por la sombra. Esa noche casi no
pudo dormir de lo asustado que estaba. Por la mañana se fue corriendo al establo a coger las
cámaras, pero rápido porque sus ovejas le estaban persiguiendo. ¡YA TENGO LAS PRUEBAS!
-dijo entusiasmado- y se fue corriendo hacía el pueblo. Más tarde llamó a los vecinos diciendo:
¡CORRED, VENID HACÍA AQUÍ, TENGO LAS PRUEBAS!. El alcalde, Mario ,le contestó:
¿pero qué pasa aquí?. Tengo pruebas de que los vampiros existen -respondió el pastor-. Valla
tontería, dijo Mario. No es una tontería, contestó el pastor mientras le enseñaba el vídeo. El
alcalde impresionado no se lo podía creer. Todos los vecinos estaban asustados pero el
alcalde los tranquilizó. El pastor pensó: que como esa noche era HALLOWEEN los vampiros
aprovecharían para salir por la calle sin esconderse, porque todo el mundo iría disfrazado. Esa
noche se fue la luz y el pastor, como no tenia linterna, se le ocurrió abrir una calabaza, vaciarla
y meter una vela dentro. Luego se fue hacia el redil a ver a sus ovejas y ahí estaba la familia de
vampiros huyendo de él. El pastor no entendía por qué, y al final lo descubrió: ¡ERA LA
CALABAZA!. Los vampiros no soportaban el olor de la calabaza, entonces el pastor se fue
corriendo al pueblo a avisar a los vecinos de que pusieran calabazas en el jardín de sus casas
para ahuyentar a los vampiros; éstos lo hicieron y los vampiros se tuvieron que ir y nunca
pudieron volver a su pueblo favorito. Pero el pastor paso un HALLOWEEN muy feliz.
FIN