Inés pasó la Navidad con su familia contando historias de miedo. Su primo de 5 años dijo que vio a alguien en la calle y se fue a dormir asustado. Más tarde, la muñeca que le regaló su hermana comenzó a llorar aunque la había apagado, y los objetos en la habitación se habían movido. Desde entonces, la muñeca aparece en el mismo lugar cada mes a pesar de haber sido desechada.