La clase NUMBER-ONE trabajó en equipo para ayudar a su compañero Simón, que era despistado. Asumieron el lema "todos para uno y uno para todos" y cada estudiante se encargó de ayudar a Simón con diferentes tareas para que pudiera cumplir con sus responsabilidades. Gracias a su trabajo en equipo y apoyo mutuo, la clase logró convertirse en la mejor del colegio al final del año escolar.