El documento analiza los problemas éticos del uso de Facebook desde tres perspectivas: la pérdida de tiempo que conlleva revisar la red social en lugar de dedicarse a actividades más importantes, la hiper-exposición de lo privado y la dependencia de los "me gusta" para la autoestima, y los riesgos de seguridad asociados con agregar desconocidos o compartir demasiada información personal. Concluye que la exposición excesiva en Facebook puede hacer que las personas se vuelvan predecibles y vulnerables.