El documento describe los diferentes tramos de un curso fluvial. Se distinguen tres secciones: el curso alto, con fuertes pendientes donde el río erosiona la roca; el curso medio, con pendientes más suaves donde se depositan sedimentos; y el curso bajo, de baja pendiente donde el río forma llanuras aluviales. El documento también explica cómo la dinámica fluvial da lugar a meandros y variaciones en la profundidad del cauce.
1. Un curso de agua es la denominación genérica con la que se designan las aguas corrientes que discurren por
el cauce de un río.
Todo curso de agua está alimentado por una cuenca cuyas aguas avena. Los torrentes y los arroyos forman
los afluentes de los ríos principales que desembocan en el mar o en un lago. El régimen de un curso de agua depende
esencialmente de las condiciones de su alimentación, de los parámetros de su cuenca (extensión, clima, pendientes
del relieve y de las características de su lecho: anchura, trazado, perfiles longitudinal y transversal, etc. Por lo demás, las
formas del lecho no cesan de cambiar, ya que en ciertas partes sufren una erosión más o menos intensa, en tanto que
en otras se depositan aluviones que elevan el fondo y regularizan su perfil. Incluso las mayores cascadas acaban por
desaparecer, pues al ir retrocediendo disminuye su altura hasta el punto de suprimirse el desnivel.
La potamología estudia numerosos fenómenos relativos a los cursos de agua. Entre estos los hay que conciernen a
la dinámica fluvial y otros constituyen la hidrología fluvial propiamente dicha.
El curso de un río es el recorrido desde su nacimiento hasta su desembocadura. Los cursos fluviales tienen
longitudes muy diferentes. El río Nilo, en África es el río más largo del mundo.
Se distinguen tres tramos en el curso de un río: en curso alto, curso medio y curso bajo.
En el curso alto, que incluye la cabecera y primeros kilómetros de recorrido del río, predominan las grandes
pendientes y las aguas discurren rápidamente.
El cauce es estrecho y poco profundo. Las aguas tienen tanta fuerza que excavan profundos desfiladeros o
gargantas. En las zonas con desniveles pronunciados se forman cascadas o cataratas.
En el curso medio se encuentran las pendientes más suaves con valles más abiertos y planos. Las aguas bajan más
lentas por lo que se forman ondulaciones llamadas meandros.
En el curso bajo disminuye la velocidad de las aguas porque el desnivel es pequeño y el río deposita los materiales
que arrastra en suspensión y forma, a veces, llanuras aluviales, que son terrenos muy fértiles.
En la desembocadura pueden formar amplios estuarios, en los que se mezcla el agua dulce del río con la salada del
mar, y deltas, terrenos de forma triangular formado por la acumulación de los materiales que transportaba el río.
La dirección de un río se determina mirando desde la cabecera hasta su desembocadura. Así se distingue la margen
izquierda y la margen derecha.
2. EL ESTUDIO DE LOS RÍOS: EL CURSO
Un río es una corriente de agua concentrada, normalmente permanente, que fluye por un cauce desde los lugare s altos a
los bajos del relieve y vierte en el mar, en una región endorreica o en otro río. Los ríos se organizan en redes, con un río
colector, que es el que alcanza el punto más bajo, y numerosos afluentes, que son ríos que desembocan en el río colector.
El curso del río
El curso de un río es el camino que recorre desde su nacimiento hasta su desembocadura. Si es de corta longitud, y no
tiene o tiene muy pocos afluentes, se llama arroyo, riacho o riachuelo.
En general los ríos dividen su curso en tres partes: alto, medio y bajo; o superior, medio e inferior. El curso alto va desde el
nacimiento hasta el curso medio. El nacimiento de los ríos no siempre es fácil de determinar.
El curso alto se caracteriza por que el cauce es el más estrecho de todo el curso, el caudal el que menos agua tiene, la
pendiente es la mayor, por lo que en general las aguas circulan con rapidez, y podemos encontrar pequeñas cascadas; en
realidad vamos a ver una sucesión interminable de rápidos y aguas tranquilas. Predominan los procesos de erosión y
transporte sobre la sedimentación. Encontramos grandes rocas en el medio del cauce y con aristas muy vivas. Las rocas
grandes y las aristas vivas son tanto más comunes cuanto más cerca estemos del nacimiento. Los ríos de montaña más
cortos, en el fondo, sólo tiene curso alto. En los países desarrollados muchos cursos altos de los ríos están embalsados.
El curso medio se caracteriza porque el cauce se ensancha notablemente, y el caudal aumenta. Es la parte más larga del
curso. La pendiente se reduce, pero seguimos encontrando una sucesión de rápidos y aguas tranquilas. También
encontramos cascadas, pero estas rupturas de pendiente responden más a las características del relieve que a las del r ío.
Predominan los procesos de transporte, especialmente durante las crecidas. La erosión y la acumulación existen pero
están supeditados a los procesos de transporte. Aquí ya parecen terrazas bien definidas, que son acumulaciones de
sedimentos que en la actualidad se están erosionando. En su lecho encontramos rocas desde medianas a muy pequeñas:
arenas y limos. Suele haber una diferenciación muy marcada entre los lechos rocosos, en los rápidos, y los arenosos, en las
aguas tranquilas, cuyos limos, en realidad, cubren las rocas. Las rocas presentan formas redondeadas, aunque la disimetría
entre el eje mayor y el menor puede ser muy grande. Algunos cursos medios están embalsados. En la mayoría
encontramos, ya, asentamientos humanos.
El curso bajo se caracteriza porque el cauce alcanza la anchura máxima y el caudal su mayores valores. La pendiente es la
menor del río, por lo que predominan los procesos de acumulación sobre los de transporte y erosión, que no están del
todo ausentes, pues de lo contrario no se podría evacuar el agua. No obstante, estos procesos se concentran,
mayoritariamente, en arrancar y desplazar partes del material ya depositado. Son muy raros los rápidos, y predominan las
aguas tranquilas, aunque con el caudal tan grande que llevan el transporte puede ser importante. Predominan los lechos
recubiertos de arenas, arcillas y limos, con algunas piedras dispersas muy redondeadas.
Entre el nacimiento y la desembocadura el río sólo se producen fenómenos de erosión y transporte en la crecidas y
cuando se provoca un aumento de la pendiente con el descenso del nivel medio del mar.
El curso de los ríos no es rectilíneo, sino que presenta ondulaciones: curvas. Cuando aparece una curva en la parte
cóncava, allí donde el agua golpea con mayor fuerza, se realiza una labor de zapa y transporte, por lo que el fondo está
más hondo. En la parte convexa, donde el agua corre más lentamente, se acumulan sedimentos y el fondo del río
asciende. Cuando las circunvalaciones del ríos tienen lugar en una llanura se llaman meandros, aunque también hay
meandros encajados en las montañas, pero su conocimiento requiere un estudio de su formación.