1. Del Señor es la Congregación y todo lo que somos y tenemos.
El Señor es un árbol frondoso y nos invita al encuentro fraternal.
Él nos ha permitido crecer, cruzar mares y océanos, hacer historia.
Él es la columna de unidad y rey de la fraternidad
Somos el grupo que te busca, Señor,
Que viene a tu presencia a agradecer tu bondad
Y alabarte por el don de tu amor que nos lleva a hacer fraternidad.
Quitemos nuestras cerraduras , abramos puertas y ventanas
Para que se quede aquí el Dios de la Vida, el Señor de las misericordias.
El Rey de la fraternidad y la gloria.
Demos gracias al Señor por el Don de la Fraternidad y pongámosla en sus manos. Este
tiempo de renovación es una nueva invitación a poner al Señor en el centro de la
Fraternidad a continuar construyéndola, haciendo más cercano el Reino .
Con mucho cariño, sus hermanas de las Casas Dependientes.