1. APRENDER DEL DOLOR
Es difícil pensar que la problemática actual de desequilibrio ambiental obedece al
comportamiento de aquellos seres vivos que dependen de dichos recursos
Es casi como planear o mejor ir corriendo hacia un destino de fatalidad y teñido de un
final que sin duda no tendrá un buen final.
Si comparamos el comportamiento de algunas especies animales con el comportamiento
humano, podemos encontrar organizaciones o comunidades animales muy importantes
que planifican su desarrollo, y el consumo de los recursos que necesitan para vivir es
planificado, mesurado y sobre todo responsable, basados en el principio de utilizar solo
aquello que necesitan para vivir y suplir sus necesidades básicas y predomina el instinto
de conservación propia y la de aquellos recurso que necesitan para vivir.
Es difícil ver que la casa donde se nace se deteriora y se destruye día tras día con
muchas intenciones de remediarlo, pero pocas acciones que detengan su camino hacia el
final. El planeta se encuentra en crisis o por lo menos eso es lo que se hace pensar con el
despliegue constante de noticias y eventos que hablan de los continuos cambios que
experimenta el planeta tierra y que sin duda produce consecuencias que tal vez serán
irreversibles y que seguramente traerán consigo la desaparición de muchas de las cosas
que se conocen. El tema de moda en algunos medios de comunicación es sin duda la
problemática ambiental, el calentamiento global y todas las consecuencias que esto
implica, como el descongelamiento de los polos, el efecto invernadero, los altos niveles de
emisión de co2, la escases de agua en los páramos y la extinción de algunas especies
animales entre otros, tanto así que personas del común, políticos, científicos y hasta en el
cine se expone el tema el cual por falta de conocimiento puede llegar al punto saturar,
crear desinterés, confusión, pánico o lo que es peor la desinformación.
2. Así mismo que se comenta, se debate en foros, campañas ecológicas y en muchos
casos en la misma educación ambiental tan de moda en el mundo, en ocasiones está
plagada de ambigüedades, sospechas y en ocasiones se relaciona con planteamientos
apocalípticos que generan indolencia por saturación, temor o rechazo; pero lo
contradictorio de esta situación es que la gente pierde interés en la temática ecológica.
De esta forma quizás no basten las buenas intenciones ni los requerimientos de la cátedra
orientada en escuelas y colegios donde se habla de cómo se reduce el número de
especies animales y vegetales y como disminuye el potencial de muchos más recursos.
Así se puede cuestionar si dichas prácticas realmente tienen un efecto positivo en las
personas o por el contrario da la visión un poco más realista y que induce a que Tal vez,
será mejor encontrar otro tipo de conocimiento y pedagogía que permita experimentar y
construir un cambio de actitud donde los seres humanos sean capaces de descubrir y
asumir que no son lo más importante de la naturaleza sino que por el contrario son una
especie que gracias a otras puede vivir. Que permita asumir una responsabilidad socio
ambiental, que realice el ejercicio responsable de auto reconocerse como parte de un
organismo integro y vivo.
De otro modo el hombre pensando de una manera egocéntrica como siempre y por
naturaleza que es normal en los seres humanos, resulta un poco difícil entender que el
planeta tierra posiblemente no necesita de la especie humana para garantizar su
supervivencia; y que se está destruyendo podría resultar risible si se parte del hecho de
que quizá lo que se destruye son los recursos que necesita la humanidad para vivir.
De igual forma gran parte de la sociedad actual es indiferente a la temática expuesta. La
causa ecológica. Junto a la recuperación de los recursos, se suma a la lucha de las
causas perdidas donde además los ecologistas o la gente con pensamiento ecológico,
se convierten o son tildados de fanáticos y alarmistas que serán callados por los
intereses de grandes capitalistas o empresarios que llenan sus bolsillos desangrando o
mejor socavando todo aquello que les brinda la naturaleza , la madre tierra que los acogió
en su vientre los alimento y que ahora es sobre explotada sin pensar en ningún tipo de
retribuciones, ni siquiera por sentimientos de gratitud de hijo a madre o lo más natural el
sentido común que debería advertir la importancia de conservar todo aquello de lo cual
depende el ejercicio mágico de vivir.
Parte de los estudios realizados por hombres de ciencia acerca del organismo permite
entender que tal vez estos fenómenos de indolencia que envuelven además a todo tipo de
personas con o sin intereses económicos o políticos, provienen de acostumbrarse a ver y
a oír hablar de lo mismo sin experimentar algún tipo de sensación que produzca un
estimulo tan fuerte en el ser, que comprometa o motive un cambio en nuestro
3. comportamiento. (Ósea en el hacer). Ahora bien cuando los seres humanos reciben un
estimulo constante. Terminan por acostumbrarse a él y se conoce como la capacidad de
adaptación del sistema nervioso central, es así que, cuando se percibe o estamos
expuestos a esta clase de estímulos en exceso, en este caso el tema ambiental,
terminamos por perder interés y dejamos de percibirlo como algo fundamental de lo cual
depende la supervivencia. Entonces la pregunta es: ¿será necesario que los seres
humanos experimenten una sensación quizás desagradable o catastrófica, para poder
entender que hacen parte de un organismo vivo del cual depende nuestra existencia?
Con relación a lo anterior cabe como ejemplo el niño que se siente atraído por la luz de la
vela; su padre advierte que si acerca su mano al fuego de la vela, es decir, a la luz que lo
atrajo podría quemarse. El niño como proceso natural del aprendizaje analiza e interpreta
dichas palabras como signos de advertencia, pero decide acercar su mano a la vela lo
que le produce un estimulo captado por su cerebro, sensación que será traducida por su
sistema nervioso central como dolor. Sin duda alguna su cerebro guardara la información
adquirida mediante el ejercicio, la vivencia o la experimentación, que será asociada como
sensación desagradable la cual no olvidara fácil mente al volver a observar la vela.
Parte del conocimiento se adquiere de la praxis y de la vivencia donde algunas de las
cosas aprendidas no son agradables pero sin duda dejan una enseñanza, lo cual le
permite preguntarse si es necesario que los seres humanos por la incapacidad de
aprender sin exponerse al fuego de la vela estén esperando experimentar una sensación
de dolor, destrucción o de devastación total donde se vea comprometida la integridad, su
salud y porque no hasta la vida, para saber y comprender que hacen parte de una red que
es más que un planeta donde vivir y del cual poden abastecer y suplir sus necesidades, y
así aprender y gravar en la memoria y el entendimiento que son un fragmento o mejor que
son parte de algo llamado tierra de lo cual dependen en todo momento.
Por tal razón el entendimiento y la praxis no pueden estar separados de la capacidad de
decidir entre lo que se quiere y lo que se debe hacer con el entorno y la clase de relación
que se tiene con los demás integrantes del habitad.
Es por eso que es necesario hablar de la conciencia y el grado de importancia que posee.
Si tenemos en cuenta el hecho de que los seres humanos actuamos la mayor parte del
tiempo bajo su influencia.
La conciencia es definida de diferentes maneras por distintos autores, pero básicamente
se refiere al conjunto de valores asociados a una capacidad reflexiva con el propósito de
determinar y diferenciar los actos buenos de los malos. Sí se tiene en cuenta esta premisa
también se podría definir una conciencia ecológica como aquella que nos hace reflexionar
sobre los valores y la aplicación de ellos en un sentido eco céntrico personal, sintiéndose
4. la persona no como un individuo en solitario, sino como complemento de su entorno,
sintiéndose parte del mundo. Pero la conciencia actúa o aparece cuando se tiene la
necesidad de decidir algo de lo cual no se tiene mucha claridad pero que definitivamente
traerá consecuencias, ósea que la decisión que se tome traerá consigo algún tipo de
eventos que deberá afrontar quien decide. De esta manera la conciencia ecológica solo
aparecerá cuando se sienta y se comprenda que lo que sucede con el entorno afecta
directamente a todos los organismos vivos del planeta, entre ellos a los seres humanos.
Una conciencia ecológica podría ir desde el remordimiento o el proceso consciente de
sentirse mal por arrojar un papel en un lugar inadecuado, hasta la realización de acciones
concretas en detrimento o a favor del planeta con su respectivo estimulo emocional. Ósea
que están comprometidos a propiciar no solo un cambio de actitud en nuestro proceder
como reflejo o respuesta a un llamado de atención o estimulo, sino también a crear y
desarrollar todos aquellos complementos que sustentaran de manera directa y racional su
proceder.
Además algo realmente importante es el tipo de coherencia que debe existir entre lo que
se piensa, se dice y se hace. Existen algunos seres humanos que se forman bajo el
ejercicio responsable de de entender y proteger su entorno, aprendieron a verse y
sentirse como parte del planeta y a pesar de suplir sus necesidades con los recursos, le
proporcionan a la naturaleza la capacidad y la oportunidad de recuperar lo que se ha
consumido.las comunidades indígenas en cierta medida aisladas del mundo moderno,
educan a sus integrantes de forma tal que crean sentimientos profundos de amor y
respeto por su entorno. Por otra parte existen algunos hombres que se preparan todos los
días para hablar de los recursos naturales y como se agotan inevitablemente, pero ¿cuál
de los dos tipos de hombres tiene mayor influencia sobre la conservación de la
naturaleza? Aquel que comparte sus conocimientos con los demás esperando que sus
palabras y enseñanzas trasciendan y causen algún tipo de efecto para cambiar el
proceder de las personas.
Sin embargo es difícil decidir, pero la practica puede mostrar resultados más tangibles y
dejar mejores enseñanzas que parten del ejemplo y que posiblemente son más fácil de
captar por los receptores.
Y entonces se puede ver como un individuo aprende a suplir sus necesidades con
recursos de su entorno, pero su educación dada del ejemplo de sus maestros y las
buenas y sensatas practicas le permite entender por medio de su conciencia que tiene el
deber moral de reponer los recursos que tomo o por lo menos garantizar o tratar de
disminuir al máximo el impacto que este ejercicio causara a su hábitat y propiciar que
dichos recursos tengan la capacidad de regenerarse o recuperarse para garantizar la
5. conservación de las especies. Tal vez las personas formadas bajo las enseñanzas
indígenas encontraron la forma o la pedagogía de aprender a reconocerse y sentirse parte
del planeta y de esta manera no atentaran contra sí mismos ni contra los recursos que les
permite permanecer vivos y seguir aprendiendo de ello todos los días de su vida.
Entonces se puede preguntar de nuevo ¿la evolución intelectual de un hombre de ciencia
puede ser un indígena? La vedad es meritoria la labor de los dos tipos de hombres pero
uno de ellos tiene implícitos los conocimientos y los ejecuta de manera efectiva en su vida
cotidiana construyendo desde el ejemplo, sin embargo también es necesario que alguien
oriente sobre cómo se puede recuperar lo que se ha perdido en cuestión de recursos pero
sin permitir que su conocimiento sea solo de cultura general o de aula de clase y que por
el contrario sea un instrumento que les permita despertar sentimientos y reconstruir una
actitud basada en la nueva conciencia que se traduzca en actos que no sean
momentáneos o de campañas sin que se conviertan en un nuevo estilo de vida. Al final no
solo se puede clasificar a los seres humanos responsables del tema ambiental como
hombres de ciencia o indígenas, por el contrario es mayor el número de estos que no
ocupan ninguno de los dos tipos de hombres nombrados anteriormente pero que si
consumen recursos todos los días causando un desgaste o un deterioro del planeta sin
pensar en la posibilidad de reponer lo que consumen. La conservación de los recursos
naturales debe ser responsabilidad de todos los seres humanos como consumidores
potenciales que son, gente del común, alumnos, educadores, científicos, indígenas,
todos, esta responsabilidad debe cambiar su forma de verse y sobre todo su forma de
actuar basados en la conciencia, en un diferente proceder que antepone el ejemplo, y
basados en la realidad de ser parte de un planeta que los alimenta y los deja vivir en sus
entrañas, el cual realmente no depende de los seres humanos y que por el contrario son
una especie susceptible que tiene en juego su propia existencia, que debe darse prisa
antes de que el tiempo ya no sea suficiente para garantizar la existencia de especies
animales, vegetales y la de una especie de tantas la especie humana.
En un caso no tan optimista podemos concluir que el hombre en algún tiempo no tendrá
donde anidar sus sueños porque parte de esa cantidad de vida que los acompaña hoy en
su hogar y que los vio nacer, para entonces será solo un recuerdo o quizá un sueño
frustrado que intenta volver el tiempo atrás para recuperar lo que se perdió en el camino.
O tal vez aun hay tiempo de hacer algo para lograr conservar el aliento de vida que aún
queda y prolongarlo un instante más.
Nelson Francisco Usaquén Rojas.
Zootecnista
Especialista en Educación Ambiental
nelsonusa@misena.edu.co