2. Declaración Atlántica:
Fuerzas Impulsoras del Cambio Global en las Reservas de Biosfera
Los participantes en la XI Conferencia Atlántica sobre el Cambio Global y las
Reservas de Biosfera, reunidos en la Reserva de Biosfera de Fuerteventura, Islas
Canarias, España, el 5 y 6 de Mayo de 2011,
Considerando que los cambios globales tienen a la especie humana como principal
causa y que se están desarrollando a un ritmo tal que los tiempos de reacción se
acortan, con las consiguientes dificultades para la necesaria adaptación de los
sistemas naturales y humanos;
Recordando los términos de la Declaración de Ámsterdam sobre el Cambio Global
(2001) indicando que “las actividades humanas están afectando significativamente
el medio ambiente de muchas formas, incluyendo las emisiones de gases con
efecto de invernadero y el cambio climático, que inducen cambios significativos
sobre la superficie terrestre, los océanos, las costas y la atmósfera, al igual que
sobre la biodiversidad, el ciclo hidrológico y los ciclos biogeoquímicos, más allá
de su variabilidad natural;
Advirtiendo que en este contexto la mayoría de los servicios prestados por los
ecosistemas se verán sometidos a una gran presión, con especial incidencia en el
medio marino, el litoral, y zonas en proceso de desertificación;
Considerando que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático ha
confirmado que el calentamiento del sistema climático es inequívoco, como
evidencian ya los aumentos observados del promedio mundial de la temperatura
del aire y del océano, y el aumento del nivel promedio mundial del nivel del
mar;
Considerando que la Declaración de Shanghai sobre el Futuro de las Ciudades y
el Bienestar Humano y de los Ecosistemas (UNESCO-MaB, 2010), afirma que las
ciudades y zonas urbanas pueden reducir significativamente su huella ecológica,
convertirse en motores de la innovación para las economías verdes, promover la
eficiencia energética y el uso de fuentes no fósiles de energía, la buena gestión
de los recursos naturales y estrategias de adaptación para gestionar los impactos
del cambio climático; así como respetar las garantías para la creatividad cultural,
la diversidad y el bienestar humano y de los ecosistemas;
Recordando las declaraciones y documentos de la OMT indicando que el clima
es un recurso esencial para el turismo y que es un sector muy sensible a los
efectos del cambio climático y el calentamiento global, se requiere consolidar
el desarrollo de instituciones, redes y sistemas de intercambio de conocimiento,
esenciales para el desarrollo sostenible del sector;
Recordando que entre los objetivos del Plan de Acción de Madrid para las Reservas
de Biosfera (2008-2013) figura “usar las RB como observatorios de los impactos
del cambio global en el entorno y la economía”, así como basar los programas de
investigación, formación, información, desarrollo de capacidades y demostración
del MaB en las interacciones entre la conservación y el uso sostenible de la
3. biodiversidad, la adaptación al cambio climático y su mitigación, y el bienestar
cultural y socioeconómico de las comunidades humanas;
Recordando el papel de las RB como espacios para el desarrollo de la cultura de
la paz a través del conocimiento, siguiendo la experiencia de “Canarias Zona
Internacional de Cultura de Paz y Derechos Humanos”;
Reconociendo, según propugna el Convenio sobre la Diversidad Biológica, la
necesidad de Identificar, vigilar y abordar los impactos del cambio climático y el
cambio global en la biodiversidad, mediante el uso de herramientas de evaluación
y de las nuevas tecnologías de la información, incorporando el enfoque de la
Valoración de Ecosistemas del Milenio (EM).
Recordando los objetivos trazados en la Década de la Educación para el Desarrollo
Sostenible (2005-2014) de las Naciones Unidas y los formulados en el Decenio
para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación (2010-2019) y que las zonas
áridas son actualmente el hogar de una tercera parte de la población mundial;
Convencidos del papel clave que pueden jugar las Reservas de Biosfera a la hora
de desarrollar la base de conocimiento necesario en sus respectivos Observatorios
para responder efectiva y rápidamente al gran reto del cambio global y a los
desafíos del cambio climático, y en particular sobre sus efectos en la actividad
turística;
Proponen la adopción de las siguientes medidas y estrategias de acción:
Alentar a las autoridades locales de las Reservas de Biosfera en su ámbito de
competencia a suscribir el Pacto de Alcaldes auspiciado por la Comisión Europea
y el Pacto de las Islas, en el caso de las RB insulares, estableciendo estrategias
de sostenibilidad energética a medio y largo plazo más allá del compromiso del
20% de reducción de las emisiones, participación de renovables y uso eficiente
de la energía para el 2020;
Exhortar a las ciudades, pueblos y destinos turísticos en territorios Reserva de
Biosfera a contribuir a los objetivos del Programa del Futuro de las Ciudades
(UNESCO-MaB, CAS, SCOPE), desarrollando Modelos de Excelencia y acciones
de cooperación bilateral, entre pueblos y ciudades situadas en la RB o en su
entorno;
Promover la creación y consolidación de Observatorios de Cambio Global en las
Reservas de Biosfera, soportados en las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación siguiendo el modelo de RB Digital aplicado en Fuerteventura;
Crear un grupo temático de trabajo sobre Turismo y Ciencia en Reservas de Biosfera
costeras e insulares, Cambio Global y Cambio Climático, y sus interrelaciones con
el turismo, a incorporarse en la Red de Conocimiento de la Organización Mundial
del Turismo, con el objetivo final de constituir una institución permanente en el
contexto de las Naciones Unidas;
Apoyar el establecimiento del Área Marina Protegida para los Cetáceos en las aguas
de la Macaronesia formulada en el marco del Memorándum WATCH (2007) de la
CMS como modelo de cooperación, observación y seguimiento en el Atlántico.
Reserva de Biosfera de Fuerteventura, 6 de mayo de 2011.