Los delitos informáticos implican actividades criminales que utilizan las técnicas informáticas y han creado nuevas formas de delinquir. Generalmente son cometidos por genios de la informática con problemas de relación social. Estos delitos son difíciles de demostrar debido a la falta de pruebas y tienden a evolucionar rápidamente, lo que dificulta su identificación y persecución. Los sujetos activos suelen ser personas con habilidades en sistemas informáticos, mientras que las víctimas son aquellos sobre los que recae