Los derechos humanos son atributos inherentes a toda persona que el Estado debe respetar, garantizar y satisfacer. Se caracterizan por ser universales, innatos, intransferibles, inalienables e inviolables. Se clasifican en derechos de primera generación (protegen la integridad física y política), segunda generación (protegen la integridad económica, social y cultural) y tercera generación (protegen el orden, la convivencia pacífica y el medio ambiente).