El documento resume la Declaración Universal de los Derechos del Niño aprobada por la Asamblea General de la ONU el 20 de noviembre de 1989. Establece que todos los niños son iguales sin importar raza, costumbres o religión y tienen derecho a protección, nombre, nacionalidad, alimentación, cuidados médicos, amor, educación, juegos y a no ser abandonados o explotados.