La ingeniería electromecánica combina la electrónica y la mecánica para diseñar y fabricar sistemas y dispositivos que convierten energía eléctrica en energía mecánica, como motores eléctricos. La electromecánica ha evolucionado desde finales del siglo XVII con inventos como el electroscopio y la botella de Leyden, y ha facilitado la industrialización con máquinas como la hiladora y el telar mecánico.