Un hombre llamado Jorge, que es portugués pero ha viajado por muchos países, duerme en la calle y viaja con sus pertenencias. El 14 de junio, el autor dibuja sus pensamientos y depresiones en una acera mientras observa a Jorge sentado mirando el mar con sus pertenencias, dibujando círculos en sus papeles. El autor reflexiona que somos más que solo ojos y corazón, aunque no siempre lo expresamos.