El documento discute la concepción positivista de la ciencia y cómo ha limitado el desarrollo de la didáctica como disciplina científica. Propone que la teoría crítica, al considerar la relación entre conocimiento y valores, abre un nuevo camino para entender la didáctica. Esto permitirá distinguir entre opinión común y discurso científico, y que la didáctica sea aceptada válidamente como ciencia social.