El documento presenta una serie de breves diálogos y anécdotas entre abuelos y nietos. Los nietos observan a sus abuelos con curiosidad e inocencia, haciéndoles preguntas sobre su edad, el pasado y la comparación entre ambas generaciones. Los abuelos comparten recuerdos de su infancia y enseñanzas de vida con sus nietos a través de conversaciones llenas de humor, ternura y perspectiva generacional.
El porqué y el cómo de mi nacimiento en Melilla
Merche Carles Candeira
Tenía ganas de escribir y, he pensado: ¿Por qué no hacerlo? Y pensat y fet: aquí estoy. Tengo cuerda para rato, así que lo iré dosificando y trataré de hacerlo ameno para que sea de vuestro agrado.
Como veréis, el título indica que voy a hablar sobre cómo llegué a nacer en Melilla, esa tierra a la que quiero tanto —la única generación de allí somos mi hermano y yo, ya que mi hermana pequeña nació en la Península—. Y lo lógico es empezar por el principio.
Para eso me tengo que remontar a mi queridísima abuela materna, pues ella, junto con mis padres, es la responsable de que yo comenzara una vida que, menos aburrida —ya iréis leyen-do muchas anécdotas si me seguís en esta narración—, se le puede aplicar cualquier calificativo.
El porqué y el cómo de mi nacimiento en Melilla
Merche Carles Candeira
Tenía ganas de escribir y, he pensado: ¿Por qué no hacerlo? Y pensat y fet: aquí estoy. Tengo cuerda para rato, así que lo iré dosificando y trataré de hacerlo ameno para que sea de vuestro agrado.
Como veréis, el título indica que voy a hablar sobre cómo llegué a nacer en Melilla, esa tierra a la que quiero tanto —la única generación de allí somos mi hermano y yo, ya que mi hermana pequeña nació en la Península—. Y lo lógico es empezar por el principio.
Para eso me tengo que remontar a mi queridísima abuela materna, pues ella, junto con mis padres, es la responsable de que yo comenzara una vida que, menos aburrida —ya iréis leyen-do muchas anécdotas si me seguís en esta narración—, se le puede aplicar cualquier calificativo.
2. La abuela se maquillaba en el baño bajo la mirada escrutadora de su pequeña nieta. Después de aplicarse su lápiz labial y disponerse a salir, la pequeña le dijo… ¡Pero abuela, olvidaste darle el beso de despedida a la servilleta…! Seguramente la abuela nunca más se pintará la boca sin darle “ el beso de despedida” a la servilleta…
3. Mi nieto me llamó el otro día para desearme un feliz cumpleaños… Me preguntó qué edad tenía y le dije que había cumplido 62 años… Se quedó pensativo un rato y entonces me preguntó… ¿Y tú también comenzaste desde el 1…?
4. Después de acostar a sus nietos, una abuela se puso su viejo pijama y sus pantuflas y fue a lavarse el pelo… A oir el escándalo que armaban los muchachos, se le acabó la paciencia… Se enrolló una toalla en la cabeza y entró como una tromba en la habitación y regañándolos los volvió a acostar… Cuando abandonó la habitación, oyó al más pequeño decir con voz temblorosa… ¿Quién era esa…?
5. Una abuela le contaba a su pequeña nieta cómo fue su niñez… Nosotros patinábamos sobre una pequeña tabla y además teníamos un columpio hecho con una cuerda colgando de un árbol frente a la casa… Paseábamos en burrito y cogíamos mangos de los árboles… La niña se quedó boquiabierta oyéndola… Finalmente dijo… Yo tenía que haberte conocido mucho antes…
6. Una niñita, tecleando sin parar en el ordenador del abuelo, dijo que estaba escribiendo un cuento… ¿De qué trata? Le preguntó el abuelo… No sé, todavía no he aprendido a leer…
7. Mi nieto nos visitaba un día y de repente me dijo… ¿Abuela, tú sabes en qué se parecen tú y Dios…? Y yo, muy ufana, le pregunté… No… ¿En qué…? Y me contestó… En que ambos son muy viejos…
8. No sabía si mi nieta había aprendido ya a reconocer los colores, por lo que decidí comprobarlo… Entonces le iba señalando cosas y le preguntaba de qué color eran… Y siempre contestó correctamente… Pero cuando ya me iba, me dijo… Abuela, yo creo que tú puedes reconocer esos colores por ti misma…
9. ¡Mi abuelo es el más inteligente de todos…! Me enseña muchas cosas buenas, pero no lo veo con la frecuencia necesaria, para hacerme tan inteligente como él…
10. Le preguntaron a un pequeño de 3 años, dónde vivía su abuela y contestó… ¡Ah!... vive en el aeropuerto, porque cuando la queremos ver vamos a buscarla allí… Y después de que nos visita, la llevamos de nuevo al aeropuerto…
11. El abuelo llama y el nieto contesta el teléfono. Bromeando con él le pregunta… ¿Hola, sabes quién soy…? El nieto corre gritando… ¡Mamá, mamá…! el abuelo está al teléfono y no sabe quién es…
12. Cuando mi nieto me preguntó qué tan viejo era yo, bromeando, le dije que no estaba muy seguro… Pues mira la etiqueta de tus calzones, abuelo, en el mío dice de 4 a 6 años…