El documento habla sobre la importancia de la formación religiosa y moral católica de los niños y jóvenes. Señala que los padres son los primeros responsables de transmitir la fe a través de la familia. También destaca el papel de la iglesia y la escuela en complementar la formación religiosa de los niños a través de la catequesis, la celebración de los sacramentos y la enseñanza de valores cristianos.