1. No lejos de aquí, donde hoy está este museo arqueológico que contiene
muestras de cerámica precolombina, muchas de ellas encontradas en este
valle del río Cauca, el capellán de la gente que venía con Sebastián de
Belalcázar, fundador de la ciudad, Fray Santos de Añasco, celebró la primera
misa el 25 de Julio de 1536. Ni Belalcázar ni su capellán pudieron imaginar
que los ranchos de paja levantados para protegerse del sol y la lluvia en esta
tierra, que quizás los impresionó por su belleza, y que describiera siglos
después magistralmente Jorge Isaács, se convertirían en la ciudad compleja y
maravillosa que es Cali, cuyos 477 años celebramos hoy.
Este museo hecho y cuidado con amor, con el apoyo privado del Banco
Popular, ha recogido muestras de los pueblos indígenas que habitaron no
solo el Valle del Cauca sino todo el pacífico colombiano; culturas como
Tumaco, Calima, Quimbaya y Tierra-adentro están representadas aquí. No
solo nos limitamos a exhibirlas, adelantamos cursos, exposiciones, visitas
guiadas, enseñanza de ellas en colegios, escuelas e instituciones varias.
Somos, o deberíamos ser, parte integral del mundo cultural de Cali, no solo
por la arquitectura colonial de este claustro levantado por los
mercedarios, que nos acoge, sino por nuestra actividad didáctica y
divulgativa de nuestro pasado precolombino. Preservar nuestra memoria
histórica, ir a las fuentes de nuestra identidad es parte de la función de este
museo. La cultura es una necesidad social y su promoción y desarrollo es
parte integral de la vida de toda sociedad. Y hay que apoyarla, desarrollarla y
reconocerla. Debe ser una de las funciones primordiales de las instituciones
estatales y de la empresa privada. Pues somos también hoy, aunque casi
nunca lo recordemos, estas piezas de barro, y estos muros antiguos.
El FPC se vincula a la celebración del
477 cumpleaños de Santiago de Cali
2. Cali situada solo a 115 kilómetros del mar Pacifico, el mar del futuro, a donde
confluyen muchos de los países más desarrollados del mundo, es hoy el paso
obligado de la mayoría de la carga que entra y sale de Colombia. Y Cali fue sede
no hace mucho de la reunión de presidentes de Alianza del Pacífico un bloque
comercial, líder en exportaciones y comercio exterior de América Latina, con
miras a convertirse en uno de los bloque comerciales más grandes del mundo.
Como es sabido los presidentes de Chile, Colombia, México, Perú y Costa Rica
eligieron a nuestro país presidente pro tempore de esta alianza, que no es un
proyecto romántico o poético, es una integración realista hacia el mundo. Y
como podemos mirar hacia el Pacífico y al oriente, también debemos mirar
hacia adentro y al pasado cuando se levantaron estos muros y se moldearon
estas piezas que son la historia de Cali.
Podrían decirse muchas cosas de esta ciudad, que se levantó contra el dominio
español el 3 de julio de 1810, 17 días antes que Santa Fe de Bogotá. Y es que
este mes parece ser el de los grandes acontecimientos de Cali, como los juegos
deportivos mundiales que se inauguran mañana refrendando el título de la
ciudad deportiva de Colombia. Cali, con los conflictos sociales y económicos
propios de todas las ciudades latinoamericanas va adelante en la solución de
ellos guiada por su clase empresarial y sus autoridades democráticamente
elegidas es quizás la más bellamente arborizada de Colombia, la capital de la
salsa, la de más prospección económica según The Economist, y si logramos la
paz en nuestro país, y la seguridad urbana, quizás también pueda ser una de
las más felices para vivir. Ojalá recuerde su historia.
ALICIA EUGENIA SILVA
Directora
Fondo de Promoción de la Cultura
Julio 24 de 2013