El documento describe la visión de Fernando Rielo sobre la constitución de la persona humana. Según Rielo, la persona está compuesta de un elemento creado (el cuerpo) y un elemento increado (la presencia divina constitutiva del espíritu). Esta presencia divina es lo que nos constituye como personas y es indestructible, permanente y está presente en todos los seres humanos, independientemente de su condición.