La Inquisición fue una institución de la Iglesia Católica establecida en 1184 para suprimir la herejía. Utilizaba métodos de tortura y castigo físico extremos como la flauta del alborotador, la dama de hierro, el aplasta cabezas y la sierra para humillar y causar un dolor prolongado a víctimas como brujas, herejes y homosexuales antes de ejecutarlos. Algunos instrumentos como la pera se usaban específicamente para torturar a mujeres.