El documento habla sobre el significado de la Cuaresma y la Transfiguración de Jesús. La Cuaresma es un camino interior hacia la fe que nos lleva a la gloria de la Pascua. Jesús se transfiguró para enseñar a sus discípulos que aunque haya sufrimiento, la muerte lleva a la vida eterna a través de la resurrección. Debemos seguir a Jesús y dejar que se transfigure dentro de nosotros cambiando nuestra manera de ser.
CONF. EL BAUTISMO (2) Y LAS 7 COLUMNAS DE LA IGLESIACPV
CONFERENCIA SOBRE LA SEGUNDA COLUMA DE LA IGLESIA DE CRISTO, SE HBLA SOBRE LOS DIFERENTES TIPOS DE BAUTISMO, Y QUIENES PUEDEN,COMO, CUANDO BAUTIZARSE Y ALGUNOS OTROS ASPECTOS DEL BAUTISMO
La Eucaristía, es la máxima expresión de la presencia de Jesús entre nosotros, de una manera inimaginable ¡como alimento! Que nos fortalece espiritualmente, en el maravilloso camino de la fe.
Papa.fancisco añofe.22.la ascensión de jesús al cielo, catequesis, año de la feemilioperucha
Papa Francisco, audiencia general, catequesis; año de la fe 2012/2013, Power point, Emilio Perucha Herrnaz
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CONF. EL BAUTISMO (2) Y LAS 7 COLUMNAS DE LA IGLESIACPV
CONFERENCIA SOBRE LA SEGUNDA COLUMA DE LA IGLESIA DE CRISTO, SE HBLA SOBRE LOS DIFERENTES TIPOS DE BAUTISMO, Y QUIENES PUEDEN,COMO, CUANDO BAUTIZARSE Y ALGUNOS OTROS ASPECTOS DEL BAUTISMO
La Eucaristía, es la máxima expresión de la presencia de Jesús entre nosotros, de una manera inimaginable ¡como alimento! Que nos fortalece espiritualmente, en el maravilloso camino de la fe.
Papa.fancisco añofe.22.la ascensión de jesús al cielo, catequesis, año de la feemilioperucha
Papa Francisco, audiencia general, catequesis; año de la fe 2012/2013, Power point, Emilio Perucha Herrnaz
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Dios Espíritu Santo, Dulce Huésped del
alma, Consolador y Santificador nuestro,
inflama nuestro corazón, llena de luz
nuestra mente para que te tratemos cada
vez más y te conozcamos mejor. Derra-
ma sobre nosotros el fuego de tu amor
para que, transformados por tu fuerza, te
pongamos en la entraña de nuestro ser y de nuestro obrar, y todo lo ha-
gamos bajo tu impulso. Señor y Dios nuestro, fuente de alegría y de es-
peranza, hemos vivido con tu Hijo los acontecimientos de su Resurrec-
ción y Ascensión hasta la venida del Espíritu Santo; haz que la contem-
plación de estos misterios nos llene de tu gracia y nos capacite para dar
testimonio de Jesucristo en medio del mundo. AMEN
La Resurrección de Jesucristo es el misterio más importante de nuestra fe cristiana. En la Resurrección de Jesucristo está el centro de nuestra fe cristiana y de nuestra salvación
6. La Cuaresma, como camino, es un símbolo de
toda nuestra vida que tiende hacia la muerte, la
cual debe ser un encuentro entrañablemente
agradable con Dios.
7. Muchas veces no
es así, porque nos
vamos quedando
agarrados al
camino, buscando
sólo lo material. No
debemos
instalarnos en el
camino, sino
debemos instalar a
Dios en el corazón.
8. Pero el camino de Dios es un camino interior, un
camino de fe, donde vamos apoyados en la
esperanza y sobre todo en el amor.
16. En este caminar de la vida encontramos cosas
buenas y cosas que nos disgustan: alegrías y
penas. Es un camino, no es el final. Lo bueno es
saber que Dios nos acompaña.
17. La Cuaresma nos habla de penitencias. Unas
serán acoger las dificultades inherentes a todo
camino de paso. Y otras que debemos aceptar o
imponernos, porque, si hemos ofendido a Dios,
debemos arrepentirnos y resarcir por los
pecados.
18. Pero Dios es tan
bueno que, de vez
en cuando, nos da
grandes alegrías y
sobre todo la fe
para saber que toda
buena penitencia y
sufrimiento se
convertirá un día en
alegría y felicidad
transformante.
19. Por eso todos los
años, en el 2º
domingo de
Cuaresma, el
evangelio trata de la
Transfiguración del
Señor. En este año,
que es ciclo C, según
el evangelista san
Lucas.
Lucas 9, 28b-36
20. En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago
y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras
oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos
brillaban de blancos. De repente, dos hombres
conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo
con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en
Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y,
espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que
estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a
Jesús: “Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres
tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.
No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando
llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la
nube. Una voz desde la nube decía: “Éste es mi Hijo, el
escogido, escuchadle”. Cuando sonó la voz, se encontró
Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento,
no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
21. Jesús quiere enseñar a
sus discípulos el
sentido del verdadero
mesianismo. Ya vimos
el domingo pasado las
tentaciones que tuvo y
seguía teniendo Jesús
sobre un falso
mesianismo: de poder y
honores materiales. Ser
Mesías es servidor de
los demás.
22. Les había dicho Jesús a sus discípulos que iban
hacia Jerusalén, donde Él iba a morir, pero
pronto iba a resucitar. Esto no lo entendían y se
fijaban sólo en lo de padecer y morir.
23. Ahora Jesús
escoge a tres
discípulos un poco
más aventajados
para que le
acompañen en una
oración intensa. Y
les lleva a una
montaña, como
era costumbre en
aquel ambiente.
24. Y Jesús se
impregna de un
ambiente de oración
tan profunda, que
se transfigura. Es
como si Dios le
absorbiese y queda
resplandeciente.
25. Y como lo que quiere enseñar Jesús es el sentido
mesiánico de su muerte y resurrección, aparecen,
junto a Él, Moisés y Elías como representantes
cualificados del Ant. Testamento, de la Ley y los
profetas.
26. Todavía los
apóstoles sienten
más viva la
presencia de Dios
por medio de aquella
nube que les cubre y
la voz que de ella
sale, la del Padre que
les dice: “Éste es mi
Hijo, el escogido,
escuchadle”. No sólo
tenían que oír a
Jesús sino
escucharle.
27. Escuchar a Jesús es tratar de comprenderle,
hacerle caso y seguirle. Y lo que se trataba era
comprender cuando les decía que era necesario
ir a la muerte y muerte de cruz para salvarnos;
pero que después vendría la gloria de la
Resurrección.
28. En la vida Dios nos da
muchas alegrías. Y a
los que se entregan
con fe al Señor, como
los santos, les da unas
alegrías
insospechadas. Pero
no hay que quedarse
en esas alegrías.
29. San Pedro estaba
muy contento en esa
experiencia mística.
Estaría toda la vida
allí. Por eso le dice a
Jesús: “Maestro, qué
bien se está aquí.
Haremos tres tiendas:
una para ti, otra para
Moisés y otra para
Elías”.
30. Dice el evangelio que no sabía lo que decía,
porque eso era un momento transitorio: como un
“caramelo” que Dios nos da para mejor seguir el
camino.
Jesús pronto
quedó sólo con
los tres y
bajaron a la
vida de cada
día.
31. Siempre les quedaría la enseñanza que esta vida
terrena no es la meta, es el camino.
Somos
peregrinos aquí
porque somos
ciudadanos del
cielo, como hoy
nos dice san
Pablo en la 2ª
lectura.
32. Filipenses 3, 20-4, 1
Hermanos: Nosotros somos ciudadanos del
cielo, de donde aguardamos un Salvador: el
Señor Jesucristo. Él transformará nuestro
cuerpo humilde, según el modelo de su
cuerpo glorioso, con esa energía que posee
para sometérselo todo.
Así, pues, hermanos míos queridos y
añorados, mi alegría y mi corona, manteneos
así, en el Señor, queridos.
33. Nos hallamos aquí en este mundo,
este mundo que tu amor nos dio.
Automático
34. mas la meta no está en esta tierra:
es un cielo que está más allá.
45. Cuando estemos en el cielo, seremos
transfigurados de verdad, porque ya viviremos
como hijos de Dios.
46. Pero mientras vivimos en este mundo, pidamos
para que de tal manera vivamos entregados a
Dios, que Jesús se transfigure dentro de
nosotros.
Será
cuando
vayamos
cambiando
nuestra
manera de
ser y de
pensar.
47. La Cuaresma es una ocasión
propicia. Jesús se transfigurará
dentro de nosotros, si estamos
limpios de corazón,
comenzando por arrepentirnos
de nuestros males para
llenarnos de su amor y gracia.
48. La noche
desemboca en la
aurora, el túnel
tiene salida, la
Cuaresma tiene
como meta la
alegría de la
Pascua. A ella
tiende nuestra
vida.
49. El dolor y el sufrimiento
pueden transfigurarse. El
sufrimiento acompañado
del amor es como un horno
que purifica el alma. El más
humilde enfermo, unido a
Cristo puede encontrar lo
que nos ha dicho san
Pablo: “Él transformará
nuestro cuerpo humilde,
según el modelo de su
cuerpo glorioso”.