Este documento analiza la historia bíblica de una mujer cananea que le pide ayuda a Jesús para curar a su hija poseída. A pesar de que Jesús dice inicialmente que ha venido solo para las ovejas de Israel, la mujer demuestra una gran fe al insistir en que incluso los perros comen las migajas de la mesa. Impresionado por su fe, Jesús cura a su hija. El documento sugiere que la fe puede abrirnos a recibir la vida que Dios quiere darnos sin importar nuestro origen.