Dos caras tiene la moneda nos invita a reflexionar sobre las grandes diferencias de desigualdad que hay en el mundo en la población infantil, para que los padres que tienen hijos en condiciones buenas, hagan ellos mismos la reflexión y la compartan con sus hijos, para que aprendamos a valorar lo que tenemos, y sobre todo para que desarrollemos la capacidad de dar, de compartir, o al menos de no ser indolentes frente a la situación carente de otros que tienen el mismo derecho que los nuestros.