La mosca Drosophila melanogaster es una mosca de la fruta comúnmente utilizada en experimentos de genética debido a su fácil cultivo, numerosa descendencia, rápido ciclo vital y similitudes genéticas con los humanos. Thomas Hunt Morgan inició el uso de Drosophila en la investigación genética a principios del siglo XX y recibió el Premio Nobel por sentar las bases de la teoría cromosómica de la herencia.