4. Desde tiempos inmemoriales, los niños se despiertan
el lunes de Pascua rodeados de huevos. Casi todos los
huevos son hoy en día de chocolate pero solían ser
huevos de gallina o de pato, pintados con hermosos y
brillantes patrones.
Sin importar qué tipo de huevo, siempre los
reparte… el Conejo de Pascua. Se pasa todo el año
preparándose para esta pascuática mañana. Ésta
es la historia de cómo un año, el Conejo de Pascua
tuvo que aprender a confiar en otras personas para
ayudarle a salvar la Pascua.
5. Los primeros narcisos acababan
de comenzar a florecer cuando
el Conejo de Pascua comenzó a
prepararse. Escribió su lista de
tareas, calculando exactamente
cuánto tardaría en pintar los
huevos. Sabía que, ¡debía
comenzar inmediatamente!
Justo cuando acababa de terminar su lista, alguien deslizó
un sobre bajo la puerta de su taller. Lo abrió rápidamente
y leyó la nota que contenía.
6. ¡Qué desastre! Sin las gallinas, no habría
huevos. Sin huevos no habría Escondidas de
Huevos y sin Escondidas de Huevos los pobres niños se
quedarían muy tristes. ¡El día sería un fracaso!
7. Pero como el Conejo de
Pascua no era el tipo
de animal que se rinda
fácilmente, envió cartas
a sus amigos, seguro de
que le ayudarían.
Al día siguiente, todavía no mejoró su suerte. Los conejos,
que solían ayudarle a hacer pinceles con su pelo, habían
enfermado de sarampión. Estaban metidos en cama,
bebiendo manzanilla y comiendo crema de zanahoria.
9. De repente, llamaron a la puerta y fue lentamente a abrir.
Pero cuando abrió, ¡no podía creer sus ojos!
No habría Pascua este año,
se dijo a sí mismo y una
gorda lágrima rodó por su
mejilla peluda.
10. Afuera estaban todos los animales sobre los que le
habían advertido: ¡astutos zorros, tejones ladrones y
gansos cotillas!
–¿Podemos entrar? –dijo amablemente uno de los zorros.
–¡PUES CLARO QUE NO! –gritó el Conejo de Pascua.–
¡DEJADME EN PAZ!
–Pero… nos han dicho que necesitas ayuda –dijo uno de
los gansos.
11. –¿Queréis ayudarme? –preguntó el Conejo de Pascua,
perplejo.
–Sí. Queremos salvar la Pascua –contestó el zorro.
–Por favor, no pienses que todos los zorros son
astutos y mezquinos. Si confías en mí,
puedo ayudarte.
–Sabemos que necesitas huevos porque
las gallinas se han marchado. Danos una
oportunidad –graznaron los gansos.
–Nuestras patas son tuyas. ¡Estamos listos
para cavar! –sonrieron los tejones.
12. El Conejo de Pascua había escuchado historias sobre
cómo eran estos animales y no creía que estuvieran
diciendo la verdad.
Respiró hondo y les invitó a todos a entrar.
Pero pensó que quizás debía
darles una oportunidad.
Después de todo, no podía
salvar la Pascua él solo.
13. Para sorpresa del Conejo de Pascua, los animales se
pusieron en seguida a trabajar. Los gansos pusieron
huevos por la mañana, por la tarde y por la noche,
hasta que hubo suficientes huevos para que todos los
niños tuvieran uno.
Los zorros usaron el pelo de sus tupidas colas para hacer
los mejores pinceles del mundo para el Conejo de Pascua.
14. ¡Los pájaros pintaron algunos de los patrones más hermosos
que había visto nunca el Conejo de Pascua!
Con los huevos puestos y los túneles cavados, todos se
pusieron a pintar.
En cuanto terminaron los pinceles, trabajaron con los
tejones para cavar todos los túneles que el Conejo de
Pascua necesitaba.
15. Suspiró con satisfacción. Sus nuevos amigos lo habían
conseguido. ¡Habían salvado la Pascua!
Cuando habían terminado, el Conejo de
Pascua contempló el estupendo trabajo.
16. Cuando llegó el Lunes de Pascua, los
huevos fueron recogidos y el Conejo de
Pascua los repartió a todos los niños y
niñas, que lo pasaron fenomenal.
Las gallinas regresaron, como habían prometido
hacerlo, pero el Conejo de Pascua sabía que, si
alguna vez necesitaban otro descanso, tenía
amigos nuevos, aunque inesperados, con los
que podía contar.
17.
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¡La cuenta atrás para Pascua es
siempre un momento de mucho
ajetreo para el Conejo de Pascua!
“Necesita todo un año para prepararse
para esta ocasión tan especial”.
Pero cuando las cosas no salen a la primera,
el Conejo de Pascua descubrirá que la ayuda
puede llegar desde los lugares más inesperados.
¿Conseguirá el conejito salvar la Pascua con la
ayuda de sus amigos?
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