Mario Pani, arquitecto italiano nacido en 1911, regresó a México en 1934 para transformar la arquitectura de la capital. En 1945 diseñó un nuevo edificio para la Escuela Normal respetando algunos elementos del edificio anterior y tomando como inspiración el Palacio de los Soviets en Moscú. El edificio incluía aulas, dormitorios para estudiantes, un teatro al aire libre para 2600 personas y un mural de José Clemente Orozco. El proyecto contemplaba 40 aulas para educar a 4000 niños en dos turnos.