El documento discute los desafíos globales relacionados con el crecimiento de la demanda de agua dulce. Se prevé que para 2030 habrá un déficit mundial de agua del 40% debido al crecimiento demográfico, la urbanización, la industrialización y el aumento del consumo. Actualmente, el agua subterránea suministra agua potable al menos al 50% de la población mundial y representa el 43% del agua utilizada para riego. Además, 2.500 millones de personas dependen exclusivamente de los recursos