La familia de lqbal, un niño de cuatro años del sur de Asia, pidió un préstamo al dueño de una fábrica de tapetes para pagar la boda del hijo mayor. Como garantía, lqbal fue forzado a trabajar como esclavo tejiendo tapetes en la fábrica hasta que su familia pagara el préstamo. Su historia era común entre los niños pobres de la región que eran vendidos como esclavos para pagar deudas de sus familias.