1. El agujero negro
Estaba en mi oficina trabajando como todas las santas noches, sacando fotocopias
a los papeles que me había encargado el jefe. Ya me estaba empezando a atacar el
hambre cuando la máquina se atascó y luego sacó un papel con un gran círculo
negro. No sabía si la había roto, así que dejé el papel a un lado y me puse a revisar
la máquina; luego de ver que todo estaba bien, tomé un sorbo de café (que me
mantenía UN POCO más despierto) y al dejar el vaso sobre el círculo negro,
simplemente desapareció.
Creí que el hambre me había vuelto loco, ya que no tenía monedas ni para la
máquina de golosinas. Decidí meter la mano dentro de esa gran mancha de tinta, y
para mi sorpresa, ¡el vaso estaba ahí dentro! Ahora si, estaba oficialmente loco…
De repente, vino una de mis mejores ideas. Apoyé el papel sobre el vidrio de la
máquina de barras de chocolate, metí la mano en ese gran hoyo negro, y saqué un
delicioso chocolate. Luego, vi la oficina del jefe en dónde se encontraba su gran
caja fuerte, la cuál estaba llena de Euros. Entonces repetí lo que había hecho con la
máquina, pero esta vez abrí la puerta de la oficina, y allí estaba la tan apreciada
caja…
Pegué el papel a la puerta y comencé a sacar el dinero; me emocioné y me metí
dentro de la caja, pero cuando quise salir, me di cuenta de que el papel con el
agujero negro, se había caído y yo había quedado atrapado dentro de la caja con
todo el dinero.
Por: Camila Niedrée