El poema describe la escena de una mañana en la que el narrador observa a su pareja dormida mientras amanece. El narrador escucha sonidos del exterior como perros ladrando y el viento silbando, y también observa la respiración y el cuerpo desnudo de su pareja. Cuando su pareja despierta y se levanta, el narrador queda maravillado por los pequeños sonidos y movimientos que emite su cuerpo. Para el narrador, esta mañana en particular se ha grabado en su mente.